Cultura
21 Jul 2024
Rodrigo Manigot presentó su nuevo libro rodeado de amigos
Por: Gabriel Colonna, Leandro Fernández Vivas.
El cantante de Ella Es Tan Cargosa lanzó su tercera obra literaria. “Celebro tener amigos que hacen cosas que traten de que este planeta sea un lugar un poquito más agradable”, destacó Iván Noble.
El músico y escritor Rodrigo Manigot presentó Las Cosas que Empecé de Grande, su tercer libro, en una noche íntima, rodeado de amigos, en Clandestino de Ituzaingó. El cantante de Ella Es Tan Cargosa estuvo acompañado por su familia, sus compañeros de taller literario y por una tropa de amigos entre los que se encontraba Iván Noble.
Editado por La Crujía y con prólogo de Leo Oyola, el autor de Chamamé y Kriptonita, la nueva obra de Manigot es un compendio de relatos de amistad, futbol, rock, transporte público y, sobre todo, compañeros de talleres literarios.
Clandestino Bar, ubicado en Zufriategui al 600, se llenó de caras conocidas, vecinos del oeste, amigos del músico y su familia. Los escritos del libro surgen tras muchos años en el Taller de Escritura de Ricardo Krakobsky, donde el músico comenzó en el año 2000. Las narraciones dan cuenta del crecimiento del escritor, de la búsqueda de literatura en ese crecimiento y de cómo encontró su propia forma de escribir.
El primer orador fue Diego Santisteban, amigo de toda la vida de Manigot quien destacó características del autor y del libro: “Hay una pregunta que me hago desde el día que murió Spinetta: ¿De qué estamos hechos? Bueno, el libro de Rodri responde constantemente esa pregunta. Es un libro muy hermoso para leer, un lenguaje muy claro, muy nuestro. Cada historia puede ser la de cualquiera de nosotros. Para que uno lo lea como algo sencillo y claro, tiene que ser compleja la escritura. Lo habrás corregido cientos de veces para que sea de esa manera. Pero cuando uno lo lee siente que uno está ahí. El libro está escrito desde el barrio, entonces rescato desde ahí el tema de la identidad de la cultura. Un tema que nos conmueve mucho: ¿Desde dónde estamos hechos? Es un libro que está escrito desde el Conurbano. Todos los relatos se trasladan de acá a alguna parte, lejos. Ya sea Palermo o el norte, y siempre en transporte público. Eso habla de vivir en el conurbano y en la recreación de los personajes”, destacó el vecino y completó, “rescata de los talleres literarios a sus compañeros y hace semblanzas muy sentidas de gente que ahora uno leyendo le hubiera gustado conocer. Quiero resaltar la valentía, nosotros tuvimos momentos paralelos: mismo jardín, escuela, carrera universitaria y hasta trabajos paralelos. Un día con un trabajo como Guionista de Televisión dejó todo y se dedicó al arte. Esa valentía no está expuesta en el libro, está puesta en el libro pero no se da cuenta”.
La segunda oradora fue la escritora Noemi Bacigalupo, compañera de Manigot de los talleres de Krakobsky: “Conocí a Rodrigo en el 2000. Yo iba al taller de Krakobsky que se hacía en el Club Morón. Como yo tenía auto lo llevaba y traía de Castelar. Ya de entrada nos encantó cómo escribía, no faltaba jamás. Cuando terminaba el taller lo llevaba a la casa de su Abuela Beba donde ensayaba con Ella es Tan Cargosa. No sé cuándo ni en qué momento pasé a ser chofer exclusiva de Rodrigo. Lo pasaba a buscar por la Tarzán y de ahí íbamos a nuestro taller itinerante. Yo llevaba la cerveza que formaba parte del rito de la lectura. A la salida había ensayo, entonces yo lo llevaba. En el camino hablábamos de todo: me contaba lo que había leído con apasionamiento, me contaba sus gustos sobre los autores. Yo terminaba comprando los libros que después comentábamos juntos. Cada día admiraba más su crecimiento. Y tengo el placer de participar de su tercer libro. Escribía cuentos hermosos de Castelar, anécdotas de personajes de Tarzan, que llamaba la coruña, de los trenes, eran todos de nuestro lugar”, destacó la artista. “Soy su fan número 1”, para completar.
Entre velas, con una copa de vino, los asistentes escucharon a cada orador. No faltaron anécdotas de infancia, de escuela y de los años de formación de Manigot.
El tercer orador fue Iván Noble quien es amigo de Rodrigo desde que se conocieron en el Jardín de Infantes Achalay. “Así como hay optimistas del gol, hay optimistas de las letras y él es uno sin dudas. Me consta que se levanta todos los días, toma mate, lee y escribe. Eso es algo que decimos que vamos a hacer todos los días y lo hacemos muy pocos. Yo creo que la vida se divide por la gente que va a hacer cosas y la gente que las hace. Pasar de la potencia al acto, parece una boludez en realidad es el trayecto más escabroso. Todos creemos que vamos a hacer lo que decimos que vamos a hacer y muy pocos lo hacemos o muy pocos lo hacen. Y él lo está haciendo, así que eso ya es valiente. Diego hablaba de Valentía y al lado de la valentía está la constancia, la disciplina. Que supongo tiene que ver con la Fe”, subrayó Noble.
“Nos vamos poniendo viejos y empiezan a importar cada vez menos cosas. En la mesa chica de la vida ni es tanta la gente ni son tantas las cosas que nos importan o nos alimentan. Es fundamental que en esa mesa chica, de esa vida de cada uno de nosotros, haya gente haciendo cosas y hermoseando la vida. Cuando uno escribe, además de sacarse de encima, de sacudirse fantasmas, enjuagarse recuerdos, además, está intentando embellecer la existencia. Lo cual, considerando las circunstancias de coordenadas de tiempo y lugar, no parece poca cosa en la vida. Entonces, el libro se llama Las Cosas que Empecé de Grande, parece que hay un arrepentimiento por haber tardado tanto en empezar, pero es al revés: es una declaración de principios. Mientras uno envejece tratar de embellecer la vida propia y las ajenas con canciones, con relatos, es muchísimo. En un mundo donde lo que sobran son las personas de mierda, está esa sensación de que por cada tipo que nos saca una sonrisa hay 10 o 20 que nos cabecean el estómago. Entonces, celebro tener amigos que hacen cosas que traten de que este planeta sea un lugar un poquito más agradable. El planeta o el barrio que al fin y al cabo es más o menos lo mismo”, finalizó el vecino.
La jornada se completó con las palabras de Cielo, la hija de Rodrigo Manigot: “Estoy muy feliz porque mi papá sacó un nuevo libro. A él le gusta mucho leer. Se levanta temprano a leer y escribir. Lo felicito mucho y lo quiero mucho”.
Las Cosas que Empecé de Grande ya se puede conseguir en las librerías de Ituzaingó y Castelar. Rodrigo Manigot volverá a presentarlo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el mes próximo y también hará lo propio en La Plata.
Editado por La Crujía y con prólogo de Leo Oyola, el autor de Chamamé y Kriptonita, la nueva obra de Manigot es un compendio de relatos de amistad, futbol, rock, transporte público y, sobre todo, compañeros de talleres literarios.
Clandestino Bar, ubicado en Zufriategui al 600, se llenó de caras conocidas, vecinos del oeste, amigos del músico y su familia. Los escritos del libro surgen tras muchos años en el Taller de Escritura de Ricardo Krakobsky, donde el músico comenzó en el año 2000. Las narraciones dan cuenta del crecimiento del escritor, de la búsqueda de literatura en ese crecimiento y de cómo encontró su propia forma de escribir.
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El primer orador fue Diego Santisteban, amigo de toda la vida de Manigot quien destacó características del autor y del libro: “Hay una pregunta que me hago desde el día que murió Spinetta: ¿De qué estamos hechos? Bueno, el libro de Rodri responde constantemente esa pregunta. Es un libro muy hermoso para leer, un lenguaje muy claro, muy nuestro. Cada historia puede ser la de cualquiera de nosotros. Para que uno lo lea como algo sencillo y claro, tiene que ser compleja la escritura. Lo habrás corregido cientos de veces para que sea de esa manera. Pero cuando uno lo lee siente que uno está ahí. El libro está escrito desde el barrio, entonces rescato desde ahí el tema de la identidad de la cultura. Un tema que nos conmueve mucho: ¿Desde dónde estamos hechos? Es un libro que está escrito desde el Conurbano. Todos los relatos se trasladan de acá a alguna parte, lejos. Ya sea Palermo o el norte, y siempre en transporte público. Eso habla de vivir en el conurbano y en la recreación de los personajes”, destacó el vecino y completó, “rescata de los talleres literarios a sus compañeros y hace semblanzas muy sentidas de gente que ahora uno leyendo le hubiera gustado conocer. Quiero resaltar la valentía, nosotros tuvimos momentos paralelos: mismo jardín, escuela, carrera universitaria y hasta trabajos paralelos. Un día con un trabajo como Guionista de Televisión dejó todo y se dedicó al arte. Esa valentía no está expuesta en el libro, está puesta en el libro pero no se da cuenta”.
La segunda oradora fue la escritora Noemi Bacigalupo, compañera de Manigot de los talleres de Krakobsky: “Conocí a Rodrigo en el 2000. Yo iba al taller de Krakobsky que se hacía en el Club Morón. Como yo tenía auto lo llevaba y traía de Castelar. Ya de entrada nos encantó cómo escribía, no faltaba jamás. Cuando terminaba el taller lo llevaba a la casa de su Abuela Beba donde ensayaba con Ella es Tan Cargosa. No sé cuándo ni en qué momento pasé a ser chofer exclusiva de Rodrigo. Lo pasaba a buscar por la Tarzán y de ahí íbamos a nuestro taller itinerante. Yo llevaba la cerveza que formaba parte del rito de la lectura. A la salida había ensayo, entonces yo lo llevaba. En el camino hablábamos de todo: me contaba lo que había leído con apasionamiento, me contaba sus gustos sobre los autores. Yo terminaba comprando los libros que después comentábamos juntos. Cada día admiraba más su crecimiento. Y tengo el placer de participar de su tercer libro. Escribía cuentos hermosos de Castelar, anécdotas de personajes de Tarzan, que llamaba la coruña, de los trenes, eran todos de nuestro lugar”, destacó la artista. “Soy su fan número 1”, para completar.
Entre velas, con una copa de vino, los asistentes escucharon a cada orador. No faltaron anécdotas de infancia, de escuela y de los años de formación de Manigot.
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El tercer orador fue Iván Noble quien es amigo de Rodrigo desde que se conocieron en el Jardín de Infantes Achalay. “Así como hay optimistas del gol, hay optimistas de las letras y él es uno sin dudas. Me consta que se levanta todos los días, toma mate, lee y escribe. Eso es algo que decimos que vamos a hacer todos los días y lo hacemos muy pocos. Yo creo que la vida se divide por la gente que va a hacer cosas y la gente que las hace. Pasar de la potencia al acto, parece una boludez en realidad es el trayecto más escabroso. Todos creemos que vamos a hacer lo que decimos que vamos a hacer y muy pocos lo hacemos o muy pocos lo hacen. Y él lo está haciendo, así que eso ya es valiente. Diego hablaba de Valentía y al lado de la valentía está la constancia, la disciplina. Que supongo tiene que ver con la Fe”, subrayó Noble.
“Nos vamos poniendo viejos y empiezan a importar cada vez menos cosas. En la mesa chica de la vida ni es tanta la gente ni son tantas las cosas que nos importan o nos alimentan. Es fundamental que en esa mesa chica, de esa vida de cada uno de nosotros, haya gente haciendo cosas y hermoseando la vida. Cuando uno escribe, además de sacarse de encima, de sacudirse fantasmas, enjuagarse recuerdos, además, está intentando embellecer la existencia. Lo cual, considerando las circunstancias de coordenadas de tiempo y lugar, no parece poca cosa en la vida. Entonces, el libro se llama Las Cosas que Empecé de Grande, parece que hay un arrepentimiento por haber tardado tanto en empezar, pero es al revés: es una declaración de principios. Mientras uno envejece tratar de embellecer la vida propia y las ajenas con canciones, con relatos, es muchísimo. En un mundo donde lo que sobran son las personas de mierda, está esa sensación de que por cada tipo que nos saca una sonrisa hay 10 o 20 que nos cabecean el estómago. Entonces, celebro tener amigos que hacen cosas que traten de que este planeta sea un lugar un poquito más agradable. El planeta o el barrio que al fin y al cabo es más o menos lo mismo”, finalizó el vecino.
La jornada se completó con las palabras de Cielo, la hija de Rodrigo Manigot: “Estoy muy feliz porque mi papá sacó un nuevo libro. A él le gusta mucho leer. Se levanta temprano a leer y escribir. Lo felicito mucho y lo quiero mucho”.
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Las Cosas que Empecé de Grande ya se puede conseguir en las librerías de Ituzaingó y Castelar. Rodrigo Manigot volverá a presentarlo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el mes próximo y también hará lo propio en La Plata.
Gabriel Colonna
Fotógrafo
Fotógrafo. Programador Web. Emprendedor.
Fundador y Director Ejecutivo de Castelar Digital.
Socio Fundador de GAMA Taller de Imagen.
Socio Fundador de Ocho Ojos.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.