La histórica escuela pública de educación secundaria N°5, A.U.P.I., que se encuentra ubicada sobre la calle Gral. Félix Olazábal 870, cumplió 60 años. Esta institución fue fundada en enero de 1963 por la “Asociación Unidad y Progreso de Ituzaingó", que más tarde se conocería con el nombre de “Asociación Unámonos por Ituzaingó", pero recién comenzó a funcionar en 1964.

“Hace 44 años que llegué a la escuela y apenas la conocí me atrapó por todas las cosas que tenía. La escuela era como una familia. Cuando ingresé a trabajar era muy chico y empecé como profesor. En mi primer día laboral, todos los profesores se presentaron y me mostraron el edificio. Los alumnos de esa época eran espectaculares, tenían mucho respeto”, comentó, Miguel Ángel Colace, ex profesor y preceptor y actual secretario de la institución.

Luego, continuó: “Me llamaron de otras escuelas para trabajar y, aunque eran más cercanas, decidí quedarme en el AUPI. No cambiaría a la escuela por nada y si volvería a comenzar a trabajar de nuevo, la elegiría como primera opción. Lo que tiene esta escuela es algo muy especial, además, su espíritu no cambió en nada, es decir, sigue siendo igual a como era hace 44 años atrás, con otros directivos, profesores, y chicos. En todos estos años, vi que los chicos son muy compañeros en todo, se conocen entre todos”.

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“En el acto por los 60 años de la escuela, vinieron los ex alumnos de la primera promoción y todos estaban re emocionados porque la escuela seguía siendo como antes. Recorrieron las instalaciones, se sacaron fotos, hicieron simulacro de clases, es como si hubieran vuelto a la secundaria. Quiere decir que la escuela les dejó algo muy positivo y tenían muy buenos recuerdos”, detalló.

En 1962 tuvo lugar una asamblea fundacional y el odontólogo Vicente Corrales formó parte de la primera Comisión Directiva de la Institución Parque AUPI. Los objetivos de la misma pretendían diferenciarse de las clásicas sociedades de fomento barriales. Por lo que el fin principal de esta asociación era el crecimiento integral del pueblo. Entre las propuestas, se encontraba la creación de un colegio de nivel secundario, además de un edificio para la delegación municipal, una sucursal bancaria, una escuela de oficios, y un perioódico mensual. Luego de realizar una encuesta popular, asume prioridad la escuela secundaria, con el requisito de que sea de educación pública y mixta.

Al año siguiente, se obtuvo la cesión del terreno por parte del Municipio de Morón. En ese entonces, se diseñaron los planos con la colaboración de distinguidos profesionales. Por lo que enseguida se dio inicio a las obras, se realizó un llamado de concurso de profesores, y se tomó un examen de ingreso por una cuestión de cupos. Y en 1964 la escuela secundaria abrió sus puertas para recibir a los primeros estudiantes, profesores y directivos. Mientras que en 1968 tuvo lugar la primera promoción en la carrera de Perito Mercantil.

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Cecilia Barrionuevo, profesora de Matemáticas, quien trabajó 27 años en esta institución, recordó: “Tomé mis primeras horas en AUPI en mi primer acto público, sin saber que la escuela media número cinco Alfonsina Storni era el AUPI. Hacía cinco horas provisionales en primero octava, en el turno vespertino. Hacía poco que me había recibido y me trataron siempre con mucho cariño como si hubiera sido parte de la familia; la preceptora del curso, Amelia, una maestra jubilada amorosa, y la jefa de preceptores, la señora María Esther”.

“La reforma educativa de los noventa me sacó del vespertino, pasé un año por el turno tarde y aterricé en el turno mañana, que en ese entonces, era otra escuela enorme. Había más cursos, más alumnos, pero seguí sintiendo la amorosidad de mucha gente”, relató. Y agregó: “En el AUPI, como en el país, ha habido distintas épocas. Algunas muy organizadas, otras, bastante caóticas sin directivos, por ejemplo, pero con el trabajo en equipo de los profesores, siempre funcionó. Después de veintisiete años de trabajo, el AUPI  me dejó algunas amigas, y hermosos recuerdos de momentos compartidos con alumnos y compañeros”.

En tanto, Nora Damasco, ex estudiante y actual profesora de Química del AUPI, expresó: “Para mí, el AUPI es mi segunda casa. Voy desde 1982, conozco todos sus pisos y recovecos”. “Tuve varios profesores, los cuales muchos fueron compañeros de trabajo, y algunos hoy son amigos. Vi pasar a varios docentes de quienes aprendí muchísimo, y hoy los veo reflejados en mí. Primero fui alumna y luego volví como ex alumna para devolver a AUPI  todo lo que me dio”, añadió.

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Por su parte, Gonzalo Garrido Oromí, ex estudiante del AUPI de la promoción 2011, expresó: “Es el lugar donde pasé quizás el tramo más lindo de mi vida. Un poco combinó lo que es conocer amistades con estudiar, la etapa más linda que recuerdo”. Luego, continuó: “Mi familia fue a esa escuela, mis tíos y mi hermana, y obviamente uno va siguiendo esos lineamientos”.

“Me llevo los mejores recuerdos de compañeros, compañeras, profesores, profesoras, directivos. Pero también me llevo las enseñanzas a nivel académico, sobre todo en momentos donde tenemos que escuchar como de alguna manera se bastardea la educación pública, porque el AUPI me dio las herramientas para desarrollarme de la mejor manera en el ámbito universitario tanto de grado como postgrado y me dio herramientas que me permitieron desarrollarme como persona”, concluyó.

El AUPI celebró en mayo sus primeros 60 años de historia. Se trata de un mojón, una señal de identidad y formación de todo Ituzaingó.